La bolsa de basura
Hace unas semanas participé en un taller llamado "Silencio Consciente" con una gran amiga que es coach de vida.
El objetivo principal del taller era, a través del silencio consciente, conectar con nuestro interior, identificar lo que queremos en nuestra vida y limpiar tanto interna como externamente.
Siendo sincera, soy un poco ansiosa, por lo que los momentos de silencio o meditación no suelen funcionar mucho para mí. Sin embargo, debo admitir que este taller me inspiró.
La dinámica propuesta después de la meditación consistía en tomar una bolsa de basura y caminar por un parque, observando y deshaciéndonos de lo que consideráramos basura.
Desde mi experiencia, debo decir que no caminé tanto como otros participantes que recorrieron todo el parque. En realidad, me quedé mucho tiempo en el mismo lugar, pero más allá de caminar físicamente, me conecté con la basura principal que estaba en mi mente, que para mí era la más importante, más allá de la que se encontraba en el entorno.
Puedo considerar basura algo que estorba, como una piedra, pero para otra persona puede ser algo bonito. Por lo tanto, decidí limpiar mis pensamientos, deshaciéndome de aquello que realmente me hacía daño, especialmente aquellos que me mantenían despierta por las noches.
Una vez que limpié mi pensamiento más de 20 veces (sí, la ansiedad de los pensamientos no desaparece solo diciendo "¡vete de aquí, no te quiero en mi vida!"), fue importante considerar cómo ese pensamiento afecta mi vida y si quiero soltarlo o aún tengo algo que aprender de él.
En fin, comencé a caminar y coloqué cosas en la bolsa que para mí o para otros no eran basura, sino objetos significativos, podría llamarlo proyección. Como una hoja marchita y sin vida, una rama con muchas ramitas pequeñas, una piña rota y dos plumas.
La bolsa de basura en sí estaba bastante vacía, quizás en comparación con otros participantes, pero cada cosa que puse allí tenía un significado especial para mí.
En la siguiente fase de la dinámica, la coach nos pidió que definieramos qué es basura para cada uno de nosotros y que lo escribiéramos.
Hoy me atrevo a compartir contigo lo que escribí ese día, en palabras textuales:
Basura:
Aquello que ya no tiene función o que te hace daño. Es oscuro, fuerte, podrido. Aquello que está roto o ha perdido su utilidad.
En esta práctica decidí deshacerme de mis pensamientos, aquellos que no me dejan dormir, esos pensamientos que representan el 80% de mi día a día. El otro pensamiento, aunque no esté presente todo el tiempo, está lleno de miedo y ansiedad por las cosas que haré.
Hoy quiero invitarte a que tomes esa bolsa y deseches todo aquello que ya no quieres en tu vida. Las decisiones, cuando están respaldadas por la voluntad, tienen poder. Es posible que los pensamientos no se desechen completamente cuando los pongas en el bote de basura de tu casa, pero tal vez desaparezcan cuando el camión de basura pase por la noche y se los lleve a un lugar donde ya no los veas más.
Escribe y valora lo que has desechado. Libérate al darte cuenta de lo que has hecho y deja atrás aquello que ya no te permite dormir tranquilamente.
Brisleidy Montoya
Psicologa
Psicoexpresarte
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